Posteriormente nos encontramos con la fascinante época del siglo XVII, en donde Francia tuvo su mayor influencia, es acá donde los hombres comienzan a utilizar los conocidos calzones cortos con medias de seda, chupa: Ajustada al cuerpo, larga hasta un poco más abajo de la cintura, este chaleco era de telas finas e iba decorada con bordados, por encima de la camisa.
Iba abotonada por delante y al principio tenía mangas largas y estrechas, también encontramos la casaca, una prenda masculina exterior ya en desuso, que se llevaba ceñida. Era del estilo de un frac en cuanto a sus dimensiones pero con cuello recto y fuerte de modo que no se doblara y cerrada alrededor del corbatín por delante por unos corchetes muy disimulados.
Desde el cuello a la cintura, se cerraba con botones, así como por detrás, si bien aquí, por cierto corte que parte desde el talle, caen airosos unos faldones descendiendo hasta las corvas. Las había sencillas, con vivos colores y también de bordados, así como diferentes tamaños.[2]
Al
caer la dinastía francesa hay una modificación en la moda, los trajes se
simplifican y aparecen los calzones de hombre a media pierna y más ajustados,
combinándolos con chaleco, corbata y casaca, se comienzan a utilizar las
pelucas que van rematadas por un lazo en
la parte posterior.
Se imponen los sombreros de dos picos, también conocidos como Bicornios: El bicornio o sombrero de dos picos es un sombrero que, en origen, tenía alas anchas recogidas hacia arriba[3] y casi a la par también se usaron los sombreros de dos picos o tricornios: El tricornio es un tipo de sombrero que inicialmente es de fieltro y tiene el ala ancha y doblada hacia arriba buscando la copa y formando tres picos[4].
La revolución francesa también genera impacto en la moda y ésta
nuevamente se modifica, los hombres comienzan a llevar el cabello largo y liso
y a utilizar sombreros de copa alta cónica o en tubo: Un sombrero de copa, o sombrero de copa alta es un tipo de sombrero alto, con la cima
plana y el ala amplia[5]. Es en este momento
histórico donde comienzan a verse los hombres con zapatos de tacón en
diferentes colores, que también llevaban lazos o hebillas, así como las botas
altas con vueltas.
En lo que respecta a las mujeres se continúa con los
verdugados anchos y aplastados en los dos frentes, los corpiños tipo corsé y el
escote con gasas o encajes, los vestido iban con manga larga. En los trajes de
influencia francesa nos encontramos con los corpiños puntiagudos, las mangas de
los vestidos abombadas o abolladas y ahora las faldas son ajustadas y abiertas,
más adelante aparecen drapeadas, con polizón y cola larga, el polizón es un
drapeados muy voluminoso en la parte trasera superior de la falda.
La posrevolución también trae un cambio en la moda femenina,
desapareciendo las faldas con vuelo, se regresa a la vestimenta clásica, donde
nos encontramos los vestidos con talle alto, las chaquetillas cortas con manga
larga y las faldas con pliegues, también aparecen los grandes escotes,
comenzamos a ver los chales y los guantes largos. En el cabello encontramos los
bonetes y sombreros de alas anchas, inicialmente se impusieron los zapatos de
tacón alto y punta estrecha, a finales de siglo se pasó a los zapatos bajos.
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